La calidad del aire interior se ha convertido en un factor clave en la salud y el bienestar de las personas, especialmente en entornos urbanos y edificios con ventilación limitada. Ante esta necesidad, tecnologías como la fotocatálisis han ganado protagonismo como solución eficiente y sostenible para reducir contaminantes en el ambiente interior.
¿Cómo actúa la fotocatálisis en espacios cerrados?
La fotocatálisis, aplicada mediante tecnologías avanzadas, actúa de forma continua para neutralizar compuestos orgánicos volátiles (COVs), virus, bacterias, y partículas en suspensión. Al instalar sistemas con dióxido de titanio (TiO₂) y luz ultravioleta, se genera una oxidación que degrada estos agentes contaminantes, transformándolos en compuestos inofensivos como dióxido de carbono y agua.
Este proceso no solo actúa sobre el aire, sino también sobre las superficies, convirtiéndose en una herramienta especialmente útil en hospitales, oficinas, centros educativos o viviendas con personas sensibles a alérgenos.
Sectores que integran ya la fotocatálisis
El sector sanitario ha sido pionero en implementar estos sistemas, seguido por la industria alimentaria y el sector hotelero. También ha comenzado a expandirse en el ámbito residencial, especialmente en viviendas de bajo consumo energético que requieren ventilación controlada.
Asimismo, la instalación de tecnologías basadas en fotocatálisis en sistemas de climatización ha demostrado reducir los costes de mantenimiento y mejorar la eficiencia energética de los equipos, al mantener más limpios los conductos de aire.
Para conocer a fondo sus beneficios y funcionamiento, es recomendable consultar esta guía sobre qué es la fotocatálisis publicada por Marin Climatización, que explica de forma técnica y accesible cómo se aplica esta tecnología en entornos reales.
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