También Cruzcampo ha centrado sus esfuerzos en combatir al COVID-19. La marca cervecera, perteneciente a Heineken España y cuyo centro neurálgico se encuentra en Sevilla, es pionera en el empleo de impresoras 3D a nivel global. Un recurso que pone ahora a servicio de sanitarios con la fabricación de mascarillas de protección.
Las mascarillas que está elaborando Cruzcampo cuentan con una visera elaborada con acetato. Los primeros modelos fueron llevados al Hospital Virgen Macarena de Sevilla el pasado lunes con el fin de probar su efectividad en la protección del personal sanitario para su uso en UCI y en quirófano, siendo corroborada por el departamento de riesgos laborales del centro.
De igual forma se ha podido confirmar que las máscaras sirven para protegerse de tos o estornudos a la hora de atender a personas enfermas. También pueden ser reutilizadas una vez que se desinfectan. Toda vez que se ha confirmado ser aptas para su empleo, la Poicía Nacional hizo entrega de una primera tanda de 144 máscaras protectoras.
Cruzcampo tiene capacidad a día de hoy para elaborar hasta 120 máscaras protectoras al día a través de la tecnología 3D. Un sistema que se ha empleado también en la producción de otros artículos para prevenir contagios por COVID-19 como dispositivos para apertura de puertas o pulsadores en grifos para abrir con el codo evitando el uso de las manos.
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