La situación actual ha derivado en que algunos artículos que hace un mes en España pudieran ser prescindibles, hoy sean fundamentales. Es el caso de las mascarillas. La vorágine ha sido tal que hoy día cuesta encontrar en la calle algún centro donde se comercialicen. De hecho, son muchas las marcas que se esmeran en confeccionar mascarillas para donarlas a sanitarios y fuerzas del orden público. Y mientras, en casa, quien no tiene mascarillas se esfuerza por elaborar una. Lo cierto es que el uso de mascarillas caseras puede ser contraproducente. Le damos más detalles.
La falta de mascarillas en España es una realidad, pero no es una solución emplear una mascarilla casera elaborada por ejemplo con tela. El Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades asegura que no ofrecen la misma seguridad y por tanto podríamos estar ante una herramienta que no evitaría el contagio del COVID-19.
Las mascarillas caseras hechas con tela no solamente son un artículo de baja prevención, sino que incluso podría aumentar el riesgo de infección dada la humedad, la difusión de líquidos y la retención del virus. Desde el Centro se asegura que entre el 40 y el 90 por ciento de las partículas virales podrían penetrar en una mascarilla de tela.
¿Y rehusar una mascarilla quirúrgica?Pues según citada fuente, estas están pensadas para un solo uso, aunque se pueden reutilizar por un tiempo limitado siempre que no exista riesgo alguno de contagio.
Las mascarillas quirúrgicas no se pueden reutilizar si están manchadas por fluidos corporales, mojadas, si hay dificultad para respirar con ella o si no se puede ajustar de una forma adecuada al rostro.
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