Uno de los hábitos diarios más comunes en España es el de ducharse. Y lo cierto es que, además de servir para el aseo e higiene, darse una ducha ofrece muchos otros beneficios a las personas. Aunque estos pueden variar en función de la hora a la que nos pongamos bajo el agua. Desde conseguir una gran activación del sistema nervioso si es por la mañana, hasta una mayor relajación si es por la noche.
Pero si las ventajas cambian en función de la hora del día a la que te das la ducha… ¿Cuándo resulta más conveniente ponerse bajo el agua? Lo cierto es que lo ideal es ceñirse a las necesidades y costumbres de cada individuo para establecer qué momento es mejor. Sin embargo, existen algunos beneficios que pueden hacer decantar la balanza entre ducharse por la mañana o hacerlo por la noche.
Según los expertos, quienes se duchan por la mañana consiguen una rápida activación del sistema nervioso, lo que estimula la energía desde primera hora para afrontar el día. De este modo, ducharse por la mañana será mejor opción si se dan algunas de las siguientes circunstancias:
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Te cuesta despertarte por la mañana.
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Sueles levantarte cansado.
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Tienes la piel grasa.
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Tienes dificultades para conciliar el sueño.
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Sueles sudar por la noche.
Por otra parte, las duchas por la noche o por la tarde también ofrecen ciertos beneficios. Aquí la función de la ducha es más de relajación y reducción del estrés, de hecho suprime los niveles de cortisol en el cuerpo, que es la hormona que genera el estrés en el organismo. En este caso, se recomienda la ducha nocturna para las siguientes circunstancias:
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Tienes la piel seca.
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Habitualmente utilizas maquillaje y cremas.
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Si llegas a casa muy cansado.
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Si necesitas relajarte.
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Llegas con mucho calor a casa o sudas durante el día.
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Estás bajo presión o estrés.
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Sufres dolores musculares en la zona del cuello y hombros.
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