Calentar una vivienda este invierno será más caro que nunca. No importa del sistema de calefacción que se trate, ya que todos son más caros que hace un año. El diésel y la gasolina continúan a un precio elevado, algo que también sucede con el gas y la electricidad. Sin embargo, aunque todo ha subido de precio, hay algunos sistemas de calefacción que resultan más económicos que otros.
En este sentido, hay dos opciones muy populares en España: las calderas de gas y gasoil y las bombas de calor. Pero… ¿Cuál de ellos resulta mejor? Lo cierto es que las bombas de calor son una gran alternativa a las calderas tradicionales, hasta el punto de que las autoridades internacionales no paran de recomendarlas.
De hecho, las bombas de calor que funcionan por aerotermia no solo permiten calentar el hogar, sino que también ofrecen agua caliente sanitaria. Y a diferencia de las calderas tradicionales, cuentan con una modulación mucho más amplia a la hora de regular los parámetros de funcionamiento del sistema de calefacción.
Ahorro significativo
En cuanto al ahorro que se puede conseguir con las bombas de calor, la Agencia Internacional de la Energía es clara al respecto: es posible ahorrar casi 900 euros al año en calefacción. Sin embargo, el coste de este sistema para una vivienda ronda entre los 2.000 y los 6.000 euros. Una cantidad superior a los 1.000 o 2.000 euros de desembolso que supone instalar una caldera.
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